miércoles, 25 de enero de 2012

INFANCIA MISIONERA

“CON LOS NIÑOS DE AMÉRICA… HABLAMOS DE JESUS” Así reza el lema de la campaña de Infancia Misionera de este año 2012. En campañas anteriores venimos acercándonos a los cinco continentes. Primero fue Asia, después África; el año pasado Oceanía. Es ahora el turno de América, continente cercano a los pequeños de nuestras ciudades y pueblos por la cantidad de niños/as  emigrantes que están en sus mismas aulas.
 América es un gran continente en extensión y en riqueza humana y cultural, donde se dan también grandes contrastes entre el norte y el sur, entre núcleos urbanos y rurales, entre grupos sociales desarrollados y en vías de desarrollo y en vías de desarrollo, entre pueblos de vida occidental y nativos.

 El documento “Aparecida” de los obispos de toda América refleja la realidad de este continente con estas palabras: “vemos con dolor la situación de pobreza, de violencia intrafamiliar, por la que atraviesa un buen número de nuestra niñez: los sectores de niñez trabajadora, los niños de la calle, los niños portadores de HIV, huérfanos y niños soldados, niños y niñas engañados y expuestos a la pornografía y prostitución forzosa”.

 UNICEF en el informe de 2008 habla de cómo el 45% de los menores de 18 años en América vive en situación de pobreza. Afecta a 81 millones de niños/as adolescentes, vinculados a los derechos fundamentales de los niños, como es la nutrición, condiciones de la vivienda, acceso al agua potable, acceso al saneamiento, lo mismo que acceso a la educación y a la información.

 Todo esto se manifiesta en estas cifras:

  • 2,3 millones de niños/as tienen bajo peso para la edad y 8,8 millones de niños están afectados por la desnutrición crónica.
  • 4 de cada 10 niños de zonas rurales sufren privaciones esenciales vinculadas a las inadecuadas condiciones de las viviendas, acceso al agua potable y saneamiento.
  • Menos del 1% nunca ha asistido a la escuela, aunque en términos absolutos su número no es despreciable, ya que se trata de 1,4 millones de niños/as. Por otra parte el 5,6 de los niños han abandonado la escuela (10 millones).
  • En América Latina y el Caribe 40 millones de menores de 15 años sufren violencia, abusos y abandono en la familia, la escuela, la comunidad y las calles. La violencia en la familia se manifiesta en castigos físicos como forma de disciplina, el abuso sexual, el abandono, la explotación económica.
  • Un total de 19,7 millones de niños/as y adolescentes trabajan en América Latina.

 Infancia Misionera es una institución de la Iglesia Católica Universal para promover la ayuda recíproca entre los niños del mundo. Nació en el año 1843, por iniciativa de un obispos francés Forbin-Janson, que invitó a los niños de su diócesis a colaborar con los niños de China. En España apareció en el año 1852.

 Los objetivos de Infancia Misionera van desde ayudar a los educadores –padres, catequistas y profesores- a desarrollar en la formación integral de los niños la dimensión misionera universal; también, suscitar en los niños/as el deseo de compartir con otros niños, mediante la oración y la ayuda económica, la alegría de ser misioneros de Jesús; además, pretende colaborar con otros niños/as de Infancia Misionera para, entre todos, ayudar a aquellos que más lo necesitan en cualquier parte del mundo.

 Infancia Misionera promueve la creación y el sostenimiento de centros para la distribución de alimentos, casas de acogida para niños abandonados y huérfanos, hospitales para atender a los niños/as enfermos, escuelas para todos los niveles, iglesias y capillas… donde se transmite la fe.



                                                      
José Antonio Álvarez 
Delegado Diocesano de Misiones

jueves, 12 de enero de 2012

miércoles, 4 de enero de 2012

SAUCE es una ONG de voluntarios

«Cualquiera puede ser voluntario, con o sin fe, si dispone su energía a ello»

 «Al lado de Kike Figaredo he aprendido que cuando hay necesidad de verdad, hay agradecimiento pleno»
María José Gómez-Rodulfo Presidenta de SAUCE una ONG volcada en crear esperanza y futuro en Camboya, país trágicamente castigado tras un genocidio de dos millones de personas y 20 años de guerra civil. Surgió en 2001, a raíz de la instalación de Kike Figaredo como prefecto apostólico en Battambang, para canalizar apoyos a favor de los más desfavorecidos en las áreas de discapacitados, educación, sanidad y desarrollo agrario. La madrileña María José Gómez-Rodulfo es la cabeza visible de la organización.
-¿Qué diferencia a SAUCE de otras ONGs?
-SAUCE es una ONG de voluntarios: todas las personas que aquí trabajamos lo hacemos de una forma totalmente voluntaria, no recibimos ningún tipo de sueldo ni salario, por lo que toda la financiación que recibimos va íntegramente a Camboya, a las personas que lo necesitan.
-¿Cómo definiría la figura de monseñor Kike Figaredo?
-Le definiría como una persona buena, buena de verdad. Kike es alguien totalmente entregado a los más necesitados y con una vocación de servicio que no conoce cansancio. Lo más llamativo es que ayudar a los demás es lo que le hace ser plenamente feliz.
-¿Qué es lo más importante que ha aprendido a su lado?
-Que cuando hay necesidad de verdad, hay agradecimiento pleno.
-¿Qué ha supuesto la concesión de la Medalla de Plata de Gijón?
-Muchísima alegría y satisfacción. Supone una gran inyección de energía. Sentimos un agradecimiento difícil de expresar, centrado en la alcaldesa de Gijón y todo su equipo, al igual que en todo Gijón por su continua preocupación e interés por el trabajo de Kike que, pese a sus 26 años en Camboya, como buen asturiano lleva muy presente a su ciudad. Es más, le cuento una anécdota: por la influencia de Kike, los niños de Battambang dicen cariñosamente que «Gijón es el lugar más importante de España».
¿Qué momento vive el voluntariado en Asturias y España?
Desconozco las cifras oficiales, pero nosotros recibimos año tras año un aluvión de solicitudes de jóvenes españoles para ir a colaborar voluntariamente a Camboya. En verano organizamos un grupo de 30 universitarios, pero recibimos el doble de peticiones.
-¿Qué es lo más gratificante de dedicarse al voluntariado?
-Es un privilegio tener la oportunidad de trabajar en un proyecto tan serio y necesitado como es SAUCE. Mi vinculación con la organización, Kike y Camboya me ha dado amplitud de vida, ha reforzado más mi escala de valores y me hace sentir algo más útil hacia las personas menos afortunadas.
-¿Se puede ser voluntario sin tener convicciones religiosas?
Sí, por supuesto. A mí me ayudan y empujan mis creencias religiosas, pero pienso que la bondad y la entrega forman parte de la naturaleza humana, por lo que cualquiera, creyente o no, puede ser voluntario si dispone su energía a ello.
-¿Qué objetivos se marca SAUCE para los próximos años?
-Nuestras prioridades para los próximos años son dos: por un lado, asistir en las necesidades básicas de los más pobres, es decir, trabajar para que dispongan de comida, una casa digna, unas mínimas condiciones sanitarias, educación y posibilidades de trabajar y progresar; y por otro, los niños y jóvenes, las nuevas generaciones, a las que esperamos que, de la mano de Kike, les podamos brindar mejores oportunidades de futuro.



22.12.11

MARCOS MORO | GIJÓN. El Comercio