Queridos amigos de la Delegación
de Misiones de Oviedo, un saludo muy afectuoso desde la Amazonia peruana.
Me acerco a vosotros para contaros
cómo está siendo este comienzo de año por estas tierras. La verdad es que ha
sido muy intenso, cargado de actividades vicariales muy enriquecedoras.
Comenzamos el año con un
encuentro de formación para los agentes de pastoral de los distintos puestos de
misión del vicariato. Al ser una zona tan extensa (¡casi una tercera parte de
la extensión de España!) y con unas comunicaciones tan difíciles, la figura del
agente de pastoral es fundamental para mantener viva la fe de las comunidades.
Personas laicas oriundas del lugar, que se comprometen a dinamizar la comunidad
católica. Por eso el vicariato considera la formación de estas personas clave
en su labor evangelizadora y apuesta por una formación continua.
Tras unos días de descanso
acompañado por mi amigo Miguel Ángel Marugán, misionero pasionista en el vicariato
de Yurimaguas, comenzamos los ejercicios espirituales que el vicariato propone
a los misioneros. Un momento de apartarnos de los quehaceres diarios para
centrarnos en lo que realmente nos motiva para estar en la misión: el encuentro
con Jesús y la necesidad de seguirle.
Seguidamente tuvo lugar la
asamblea vicarial, momento muy importante del año donde se evalúan los avances
realizados y se planifica y programa el trabajo para el año que está empezando.
Fueron unos días cargados de formación, reflexión y mucha fraternidad entre los
participantes.
Tras una semana en Tacsha,
nuestro puesto de misión, volvimos a hacer las maletas para dirigirnos esta vez
a la triple frontera Perú-Colombia-Brasil. Allí iba ser la ordenación
sacerdotal de un diácono del vicariato y aprovechamos a ir unos días antes y
conocer el lugar. Fue un viaje increíble en una zona marcada por su condición
fronteriza. Una realidad muy dura que favorece el tráfico de droga y de
personas, pero donde la iglesia está intentando dar una respuesta de manera
articulada.
Hace unos días regresamos de
nuevo a nuestra casa. Acaba de empezar el curso escolar y con él empezarán a
arrancar la mayoría de actividades pastorales (formación de adultos, catequesis,
grupo de jóvenes…) Este año queremos colaborar con el colegio en clases de
refuerzo y así poder ir conociendo más a los jóvenes y sus problemáticas.
En menos de dos semanas tendremos
un encuentro de agentes de pastoral de nuestras comunidades y posteriormente
empezaremos con la primera visita del año a las mismas. De todo ello os iré
informando.
Para finalizar dos buenas
noticias; gracias a la colaboración de la Iglesia de Asturias ya contamos con
paneles solares que nos brindan luz 24 horas. Por otro lado, el equipo
misionero se verá fortalecido con un miembro más. Una compañera de Ocasha se
incorporará en junio al puesto de misión para incorporase al trabajo. Estamos
muy contentos e ilusionados con esta nueva incorporación.
Me despido sin antes desearos que
estéis viviendo esta Cuaresma de manera intensa, como tiempo de preparación
para la gran fiesta de Semana Santa.
Un abrazo fraterno.
Alfonso