viernes, 1 de abril de 2011

EL ANGEL ASTURIANO CONTRA LA LEPRA



El padre Luis Ruiz vive a sus 97 años por y para las 140 leproserías que fundó en China ADios suelo decirle, si me llamas hoy, me voy, pero acaba dejándome un día más». Debe de valer mucho este hombre en la Tierra para que así sea. El padre Luis Ruiz ya tiene 97 años y sigue en pie y en marcha aunque a veces tenga que ser trasladado en una silla de ruedas por las leproesrías que fundó en toda China, desde que en 1986 decidiera visitar la isla de Dajin donde el Gobierno tenía confinados y olvidados a los enfermos de lepra. Todavía recuerda aquel día en que cargado de cigarrillos para ganarse a los leprosos acabó encendiéndolos uno a uno cuando se dio cuenta de que aquellas gentes, muchas de ellas, sólo tenían muñones. Aquello fue el germen de una red que el jesuita gijonés fue tejiendo poco a poco con la ayuda de algunas religiosas y los donativos de personas altruistas que le llegan desde todo el mundo, muchos de ellos de España. Aunque en su tierra natal, su labor no siempre es recordada, Luis Ruiz es conocido en el mundo como el 'Ángel de Macao', el hombre de la montaña que dignificó la vida de miles de leprosos y, lo que no es menos importante, de los hijos de esos enfermos estigmatizados por un mal que hoy, afortunadamente, está controlado. A él se deben las decenas de comedores populares, dispensarios y hasta hogares para enfermos de sida, antes lo fueron de la lepra, que dependen de su Casa Ricci de servicios sociales y que se extienden por toda la República desde Hebei, a Shandong pasando por Shaanxi, Sichuan, Fujian y Yunan. En ellos, quienes le conocen le adoran como a un padre y rezan para que viva siempre al menos un día más.