jueves, 11 de agosto de 2016

MISION DIOCESANA 2016

                     
Queridos hermanos sacerdotes, religiosos/as y laicos/as:
El próximo domingo 28 de agosto celebramos un año más el día de las Misiones Diocesanas, una fecha entrañable para todos, pues es ocasión de recordar y orar de forma especial por tantos miembros de la iglesia diocesana de Asturias, que están viviendo su ministerio en lugares de misión en el exterior y a la vez ocasión para apoyar los trabajos y proyectos de las comunidades a las que sirven con nuestra aportación económica.
Este año la carta que tenéis en vuestras manos está escrita por uno de estos hermanos vuestros. Lo hago desde Tailandia, en un pueblo rural a 20 kilómetros de la frontera con Laos. Para nosotros sacerdotes, religiosos y laicos misioneros asturianos hoy es un día especial pues nuestra vocación y tarea  ha sido y sigue siendo discernida y sostenida con vuestra solidaridad y oración. Tened por seguro que, en muchos lugares “perdidos” de esta tierra nuestra, hoy se dan gracias a Dios por vosotros y por nuestra diócesis.
Celebramos este día de las Misiones Diocesanas en el Año Santo de la Misericordia, un tiempo de Gracia que nos llama a seguir promoviendo una “Iglesia en salida”, porque como nos recordaba el papa Francisco: “Cuando recibimos una buena noticia, o cuando vivimos una bonita experiencia, es natural que sintamos la exigencia de participarla también a los demás. Sentimos dentro de nosotros que no podemos contener la alegría que se nos ha dado: queremos extenderla. La alegría suscitada es tal que nos empuja a comunicarla” (Audiencia General,30-01-2016). Y no hay mayor alegría en la tierra o en el cielo que el encuentro de una persona con la Misericordia de Dios.
En esta tarea de extender la Buena Noticia, nuestra diócesis tiene un especial compromiso con la diócesis de N´dali en Benín. La facilidad para realizar viajes, los medios y redes de comunicación social y la presencia continuada en ella, han hecho que sea hoy conocido por todos de nosotros y que de una u otra manera muchos hallamos colaborado en la vida de esta misión diocesana. Una tarea misionera en la que todos seguimos estando llamados a participar desde la vocación . Hoy también es ocasión para, mirándola desde el corazón misericordioso de Jesús, ofrecernos a compartir lo que de El hemos recibido, pues: “la misericordia que recibimos del Padre no se nos da como un consuelo privado, sino que nos hace instrumentos para que también otros puedan recibir el mismo don…. Vivir de misericordia nos hace misioneros de la misericordia, y ser misioneros nos permite crecer cada vez más en la misericordia de Dios” (Audiencia General,30-01-16).
Desde estas tierras del sudeste de Asia, en donde el recuerdo del testimonio de san Melchor de Quiros y compañeros mártires sigue moviendo los corazones de tantos hombres y mujeres al encuentro con Jesús, unidos en la misma Misión y compartiendo la Acción de Gracias a Dios por la Misericordia derramada en cada uno de nuestros corazones, os animo a seguir participando, desde la vocación a la que cada uno hemos sido llamados, en la  tarea de anunciar el Evangelio de Jesús hasta los últimos confines de la tierra. Con los mejores deseos para ti y la comunidad con la que compartes la Vida. Un abrazo  
                                                                                   Fermín Riaño  Menéndez
                                                                                     Sacerdote diocesano de Oviedo

                                                                                Miembro del Grupo IEME en Tailandia