miércoles, 13 de febrero de 2019

ASUN DE VOLUNTARIADO EN GUATEMALA





Esta es la experiencia de una voluntaria del grupo de Misiones de Pola de Siero. Asun, descubrió que en su jubilación podía echar una mano en tierras de misiones y suele irse a Guatemala una vez al año ,hecha una mano allí donde la llaman. Hoy nos cuenta su experiencia de este último viaje



Por fin me decidí y fui  a conocer la realidad más triste y dura que pueda uno imaginar. Fui al Basurero en la zona tres en Guatemala. 
Aquella gente trabaja recogiendo de la basura, todo, si casi todo. Plásticos, botellas, juguetes, ropa... si tienen suerte , comida.
El dia que fui con la hermana Maruca era un día precioso, el cielo azul   más bien fresquito y sin casi aire, que trajese más olores de los que ya había. 
Solo imaginarme todo ese enorme barrio un día de la temporada de lluvias que dura seis meses, se me ponían los pelos de punta. 
El Barrio de calles estrechas, con casas de hojalata es completo. Tiene una plaza céntrica pequeña, donde juegan muchos niños. Tiene ventas (tiendas)   Aquí en Guatemala muy pocos ,me decía el padre Toño Noval, alcanzan el escaso salario mínimo, teniendo que ingeniárselas para poder llevar unos frijolitos al plato de sus hijos. 
La reunión fue en casa de una familia todas trabajan recogiendo basura. Lavándola y vendiéndola. 
Yo pregunté y pregunté. Me dolía el corazón por ellas
La señora mayor, no pregunté los años porque se fijó que es bastante más joven que yo.Trabajó siempre ahí. Baja el día que su salud le deja,  al Basurero que está al lado y con mucha suerte saca unos 20 quesales, no llega a los tres euros .
Todas anhelan que sus hijos estudien, hasta hay un localito con algún ordenador , donde van los hijos cuando pueden pagarlo a hacer trabajos que mandan del colegio.
Mucho mérito tienen las hermanas que ponen allí alguna escuela y las maestras. No os imagináis los olores. Claro que como diréis algunos “A todo se acostumbra uno”.