lunes, 23 de diciembre de 2024

FELIZ NAVIDAD DESDE PERU

 


Queridos amigos de la Delegación de Misiones de Oviedo, un saludo cordial desde orillas del Río Napo. Ya se acercan las fechas tan entrañables de Navidad, y no quería perder la oportunidad de saludaros a todos y contaros las últimas novedades de la misión aquí en la Amazonía peruana.

Como ya os había contado, hemos estado visitando las 27 comunidades que tenemos a nuestro cargo en el puesto de misión. Una experiencia muy enriquecedora y un desafío el que se nos presenta por delante para atender la fe de esos caseríos tan dispersos y aislados.

También hemos tenido sacramentos en la capilla de Santa María, nuestro lugar de residencia. Han sido bautismos y primeras comuniones. Un grupo pequeñito de niños y jóvenes que han tenido el acompañamiento de los catequistas y agentes de pastoral de la zona. A pesar de las dificultades y contratiempos, el Señor sigue llamando a las personas, solo espera nuestra respuesta.

Ahora estamos con los preparativos de Navidad. Una actividad muy típica en Perú en estas fechas son las chocolatadas. Se trata de invitar a la gente, especialmente los niños, a un vaso de chocolate con un trozo de panetone. Nosotros tendremos nuestra chocolatada el próximo domingo después de la celebración. Será un momento para compartir con los niños y todas las personas que acudan a la capilla. Y el día 24 en la tarde-noche tendremos la celebración de la Navidad en las tres capillas que atendemos. Estamos muy ilusionados por pasar nuestra primera Navidad en la selva y poder compartir este misterio de nuestra fe con los habitantes de las comunidades que atendemos directamente.


La reparación de la casa ya terminó y llevamos un mes y medio instalados. Falta por hacer una ampliación para poder crear un espacio donde recibir a las personas que vienen a hablar con nosotros. También queremos reparar un tanque de agua que ya había. Parece mentira, pero en las comunidades de la selva, uno de los mayores problemas es el abastecimiento de agua en las casas. Para todo ello contamos con la generosa colaboración de la Iglesia de Asturias, a la que tan unido me siento a pesar de la distancia física que nos separa. No me cansaré de agradecer su apoyo y disponibilidad.

Antes de despedirme quiero desearos a todos una Feliz Navidad y próspero año nuevo. Que el amor de Dios que se hace niño en Belén inunde nuestros corazones.

Un abrazo fraterno

Alfonso