Queridos hermanos y compañeros sacerdotes, ante la próxima celebración
del día de la misión diocesana, os escribimos los curas de la misión asturiana
en Benín para daros a conocer una nueva posibilidad de ayudar a los más pobres.
Desde hace años y ante el crecimiento de la misión de Bembereke se ve la
necesidad de dividirla en dos parroquias (Bembereke y Gamia). Cada una estaría
centrada en una población grande y desde ella se atendería a todos los pueblos del alrededor, cada una
contaría con unos 18 pueblos en los que ya hay una comunidad cristiana. Os
presentamos pues el proyecto de hacer un templo más grande (ya que la comunidad
ya no entra en la vieja edificación) y construir una casa sacerdotal para
hacer posible esta nueva Parroquia en Gamia.
Hace ya muchos años que esta Diócesis de
Ndali con su Obispo Martin a la cabeza está deseando llevar adelante el
proyecto de esta nueva parroquia, pero
es la falta de medios lo que hace que se esté siempre aplazando su
ejecución.
Hasta ahora la Delegación de Misiones está ayudando a la marcha de la
misión en Benín e incluso a la construcción de pequeñas capillas para los
pueblos. Pero en el caso de Gamia el coste es mayor y por eso pedimos una
colaboración más directa de aquellas parroquias que teniendo más medios
quisieran comprometerse en hacer realidad este deseo que sería una gran
contribución de Asturias a esta Diócesis de Ndali en Benín.
La comunidad local contribuye haciendo los ladrillos, dando albergue y
comida a los albañiles y ofreciendo su trabajo para colaborar en la construcción. Incluso
ahorran para hacer una contribución económica según sus reducidas
posibilidades. La ayuda
exterior que se pide es para pagar a los
albañiles y pagar los materiales.
Cuando llega el momento de pedir ayuda al exterior parece que nos entra
un cierto complejo si la pedimos para la evangelización. Parece
que la gente lo único que quiere es cosas concretas de desarrollo, como hacer
un pozo, una escuela, un centro de salud.
Para un creyente no hay mayor aportación que el anuncio de Jesucristo,
en El encontramos nuestra liberación, nuestra capacidad de amarnos y de
unirnos, nuestra lucidez y fuerza para trabajar por los derechos humanos y por
todo lo que favorece la vida, la justicia y la paz. No debemos
acomplejarnos para pedir ayuda para la evangelización y para construir una
Iglesia, es una buena causa.
Os agradecemos vuestra colaboración que nos lleva a sentir que la misión
no es sólo de los sacerdotes que estamos aquí sino de todos vosotros junto con
vuestras parroquias. Esperando la respuesta de algunas parroquias en este
proyecto os enviamos nuestro saludo deseando que todos nos animemos con la
fuerza del Espíritu Santo a colaborar en que la Buena Noticia de
Jesús sea anunciada a los más pobres.
Alejandro
y Antonio