Como sabéis, el pasado 23 de abril tuvo lugar en la población de Santa Cruz (Guatemala). la beatificación de Los Mártires de El Quiché, entre los que se encuentra el sacerdote allerano P. Juan Alonso Fernández, de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón. El P. Alonso, fue torturado y asesinado por miembros del Ejército de Guatemala el 15 de febrero de 1981.
Para poner de relieve
este acontecimiento martirial, de honda significación cristiana y de notoria
importancia para la historia de nuestra Iglesia diocesana, celebraremos una
eucaristía de acción de gracias en la Catedral de Oviedo el viernes 28 de
mayo, a las 19,30 h., que será presidida por el Sr. arzobispo de la diócesis D.
Jesús Sanz Montes.
Con ocasión de esta misa
de acción de gracias por la vida entregada y generosa hasta el martirio del P.
Alonso, queremos, también, recordar las estrechas relaciones de colaboración
misionera y de promoción humana que a finales de los años setenta establecieron
la Iglesia de Asturias y la Diócesis de El Quiché a través de los obispos don
Gabino Díaz Merchán y don Juan Girardi, Obispo de Santa Cruz de El Quiché. Su
sensibilidad misionera hizo posible la firma de un importante convenio de cooperación pastoral en
cuya realización práctica participaron muy activamente los sacerdotes
asturianos César Rodríguez, José M. Orviz, Marcelino Montoto y José A. Álvarez,
entonces misioneros en aquella zona, en cercanía permanente con los Misioneros
del Sagrado Corazón y las diferentes etnias mayas que estaban siendo sometidas
a explotación económica, marginación social y violencia arbitraria, sin un
horizonte de esperanza para los suyos.
Esta estrecha vinculación
de nuestra Iglesia diocesana con el medio sociocultural y el convulso entorno
político y religioso en que los nuevos beatos -tres sacerdotes Misioneros del
Sagrado Corazón y siete colaboradores seglares- iban a dar su supremo
testimonio de fe y amor, constituye un motivo de gozo para todos, al tiempo que
una interpelación explícita a nuestras comunidades cristianas que se afanan por
mantener vivo el ideal misionero, el aliento profético y la fidelidad al
mensaje evangélico en el aquí y ahora de nuestra historia.
Agradeciéndoos vuestra
presencia y colaboración misionera, recordamos hoy aquellas palabras del beato
mártir Juan Alonso, evocando un pasaje de San Pablo a los Corintios,
y que solía repetir con frecuencia en sus últimas misas con las gentes de El
Quiché, tal como dejaron constancia algunos ancianos catequistas y amigos que
le recuerdan hoy: “Para vida o para
muerte, os llevo en el corazón “(2 Cor. 7,3). Fue esa plena disponibilidad
para el don de sí mismo, la que le llevó al martirio, dejándonos una excelente
lección de sabiduría cristiana: que hay que decir la verdad que se proclama
hasta con la propia vida.
Os saludamos con afecto
D. Arcadio Alonso Fernández
D. Pedro Tardón